“Eres lo que comes”, es una frase habitual, sobre todo cuando se habla del sobrepeso y obesidad que afectan a gran parte de la población a nivel mundial. Sin embargo, y de acuerdo a un estudio realizado por el científico Tony Goldstone, cuando decides comer un pastel en lugar de una manzana tu cerebro es modificado, lo que influye en tu apetito ya que se hace más vulnerable a la comida rapida.
Aunque no es el único factor que influye en el apetito, más allá de lo atractivo o moderno, los envases que contienen los alimentos juegan un papel decisivo en la cantidad de comida que ingerimos.
¡Cuidado con las apariencias!
Un estudio efectuado por la Journal of Marketing reveló que las personas tienden a comer grandes cantidades de alimentos chatarra si son del tamaño de un bocado y cuándo vienen en un envase transparente.
Según la profesora Xiaoyan Deng, autora principal del estudio, un paquete o envase transparente produce en los comensales dos efectos:
1. Una envoltura trasparente permite ver lo mucho que se ha comido, así que teóricamente, se puede controlar la ingesta, por consiguiente se come menos.
2. En otro caso, al ser la comida exhibida en un envase trasparente se antoja más y por lo tanto aumenta su consumo.
Para lograr estos resultados, el estudio comparó el consumo de galletas, cereales dulces y zanahorias que las personas comían mientras miraban la televisión. En el caso de las envolturas transparentes 69% de los participantes comían más en comparación con los envases opacos que era menor.
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