“Una utilización inconveniente de los baños públicos será sancionada con una multa de 100 yuanes (12 euros) por las autoridades” a partir del mes que viene.
El proyecto de ley municipal no precisa a partir de qué cantidad de orina vertida fuera de la taza el usuario se expone a una multa ni cómo se constatará la infracción.
Los internautas chinos no tardaron en burlarse de este anuncio en la web de microblogs Weibo e ironizaron sobre la posibilidad de un ejército de inspectores de letrinas.
“Se crearán muchos nuevos puestos en la función pública. Habrá un vigilante detrás de cada persona que orine para verificar si apunta bien”, escribió un usuario de Weibo.
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