Según las últimas encuestas, el amante latino ya no conquista a tantas
mujeres. Fue superado por los europeos y los africanos. El deseo es un enigma
que la ciencia no ha logrado descifrar. A cada ser humano le atrae una piel
diferente, una raza, un olor. El doctor Barry R. Komisaruk, psicólogo de la
Universidad de Rutgers (EE.UU.), dice que “la parte frontal del cerebro,
encargada del deseo, se activa en cada persona por diferentes estímulos. Cada
ser es un mundo aparte y su deseo es un laberinto lleno de misterios y
recovecos”.
Teniendo en cuenta todos esos datos, no sorprende que se haya caído uno de los mitos más enraizados en el imaginario femenino: “El latin lover”. Según la última encuesta, realizada en más de 20 países, los latinos ya no reciben las altas calificaciones en la cama que se ganaron durante muchos años. Parece que a las mujeres no las convencen “la caballerosidad y el romance”, razones que daban al etiquetarlos como los mejores amantes del mundo. Los latinos fueron reemplazados por la fogosidad de los africanos y el entusiasmo europeo.
El tamaño también parece influir en este ranking. Según el sitio de Internet Targetmap, que se especializa en mostrar al mundo desde diferentes ópticas, la medida del pene sí influye. En esta competencia masculina por la medida del placer, el que se lleva el primer premio es Congo, cuyo tamaño es de 17,93 centímetros. Los latinos, aunque no están lejos de sus congéneres africanos, están varios centímetros por debajo. Los mejor dotados de la región, los ecuatorianos.
Los españoles, según La Maleta Roja, empresa líder en erotismo y salud en España, son los mejores amantes del mundo por su desparpajo y naturalidad en el sexo. En el ranking están los latinos –no con la fuerza de otros tiempos– por su “fogosidad” y los italianos por su “espontaneidad”. Los ingleses, los peores a la hora de seducir.
Dicen las mujeres que parte del desencanto con “El latin lover” es su falta de compromiso y los altos niveles de infidelidad. Los latinoamericanos, esgrimen ellas, traicionan a sus parejas con alta frecuencia, en especial, los colombianos, seguidos por los brasileños y los costarricenses.
Una investigación realizada por Jonathan Schwarts, de la Universidad Louisiana Tech, demostró que aquellos hombres adictos al trabajo tienen un mejor desempeño sexual que los que no se estresan. El profesor explicó que durante más de un año siguió el comportamiento de parejas en las que el esposo es un adicto al trabajo y los resultados son sorprendentes: mayor frecuencia sexual y orgasmos más intensos. “No es el tiempo, es la calidad del sexo", concluye el experto.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Le agradecemos su opinión, agradecemos su seguimiento de este blog, esperando que le guste.