Nuestro satélite ha fascinado a la humanidad desde que fue distinguido en el cielo. Estos son los últimos descubrimientos sobre un mundo aún rodeado de misterios.
Agua en las profundidades de la Luna
En efecto, es el hallazgo sobre la Luna más reciente, dado a conocer hace tan solo unas horas por la NASA. Los científicos ya sabían con antelación que existen depósitos de agua helada en el fondo de los cráteres lunares y moléculas del líquido elemento en sus minerales, pero ahora han encontrado en la superficie lunar agua en forma de partículas con una procedencia completamente distinta. Se trata de «agua magmática», que llega de las profundidades del satélite y de una fuente desconocida.
La Tierra pudo tener dos lunas
Científicos de la Universidad de California en Santa Cruz y la de Berna sostienen que una segunda luna, más pequeña, se formó casi al mismo tiempo que nuestro satélite. Ese mundo sobrevivió apenas un puñado de millones de años, para chocar finalmente contra la Luna que conocemos y aplastarse, literalmente, contra su superficie.
Como ya explicaron estos investigadores en 2011, en un artículo en Nature, la “colisión lenta” de la Luna con ese segundo satélite más pequeño podría explicar por qué las dos caras de la Luna son tan diferentes. Según su teoría, ambos satélites se fusionaron en uno solo hace millones de años tras un encuentro que duró varias horas y que dio como resultado la única Luna que podemos ver en la actualidad.
La Luna es polvorienta, pegajosa y abrasiva
Darse un paseo por la Luna no es tan idílico como nos muestran las fotos de los astronautas del programa Apolo. El polvo que se encuentra en la superficie lunar es un material abrasivo, pegajoso y poco saludable para respirar. Un equipo anglo-francés de científicos han modelado cómo este polvo afectará a los vehículos rover que enviemos de nuevo a la superficie lunar (agencias espaciales de todo el mundo tienen planes para continuar la exploración de la Luna en las próximas dos décadas), y creen que existe un grave riesgo de que rovers que se muevan alrededor de la salida y la puesta del Sol puedan quedar envueltos en polvo. El trabajo fue do presentado en la última Reunión Nacional de Astronomía que se celebra en St. Andrews (Reino Unido).
Los principales problemas asociados con el molesto polvo son su abrasividad, la adherencia a las ropas y los equipos, la reducción de la visibilidad y el efecto sobre la salud humana de la inhalación de las partículas de polvo. Los astronautas descubrieron que el polvo se pegaba a todos los materiales, algo que podría ser fatal si daña sistemas de soporte vital.
La Luna, un pedazo de la Tierra
La teoría más aceptada respecto a la formación de la Luna sugiere que esta apareció hace unos 4.500 millones de años, a principios de la historia del Sistema Solar, cuando un enorme cuerpo planetario del tamaño de Marte, conocido como Theia, chocó brutalmente contra la Tierra. Los residuos que salieron disparados en el encuentro conformaron nuestro satélite natural, que quedó en órbita. Los científicos no se ponen de acuerdo respecto a muchos detalles de este evento y tienen importantes dudas al respecto que solucionan con distintas hipótesis. La última idea, muy novedosa y algo atrevida, ha sido lanzada por investigadores de la Universidad Western Cape y de la de Amsterdam, que sugieren que no se produjo ningún choque, sino que la Luna fue originada tras la explosión de un georeactor nuclear natural fuera de control en el manto de la Tierra.
Muestras lunares aparecen en California por sorpresa
Cuando el Apolo 11 regresó a la Tierra en 1969, trajo a nuestro planeta abundantes muestras de rocas y polvo lunares. 68 gramos de ese polvo fueron entregados al Nobel de Química Melvin Calvin, de la Universidad de California en Berkeley. El científico repartió las muestras entre varios colegas para estudiarlas. Después, las volvió a reunir y las devolvió a la NASA.
Sin embargo, de los 68 gramos originales, solo 50 volvieron a las manos de la agencia espacial. Se asumió que el resto de las muestras había quedado destruidas durante la investigación. Pero no fue así. Tres gramos se guardaron en unas veinte probetas y dentro de un recipiente sellado al vacío con una etiqueta revelaba su contenido. Desde entonces, nadie tuvo noticias de ellos hasta que una empleada de archivo, Karen Nelson, las encontró en el fondo de un viejo almacén del Lawrence Berkeley National Laboratory.
¡La Luna se aleja!
La Luna se aleja de la Tierra a razón de 3,8 cm por año. Lo sabemos porque los astronautas y dos naves rusas que consiguieron alcanzar la Luna, en las misiones de los apolos 11, 14 y 15 más las naves Lunokhod 1 y 2 sin tripulación, dejaron cinco reflectores en la superficie lunar. Desde la Tierra, lanzamos un pulso láser hacia estos espejos que rebotan y vuelve a la Tierra. La precisión es de 1 milímetro. La Luna se aleja porque se acelera en su órbita, debido a efectos que provoca sobre los océanos terrestres. Por este mismo motivo, los días se hacen cada vez más largos.
La mayor explosión nunca vista en la Luna
El pasado 17 de marzo, los investigadores fueron testigos de la mayor explosión lunar jamás registrada. El objeto que causó la explosión era una roca de apenas 30 ó 40 cm y unos 40 kg de peso que cayó a una extraordinaria velocidad, superior a los 90.000 km. por hora. La explosión fue equivalente a la de cinco toneladas de TNT y tan brillante que cualquiera que hubiera estado observando la Luna en ese momento podría haberla visto sin telescopio. Durante cerca de un segundo, el lugar del impacto brilló con la intensidad de una estrella de magnitud 4.
as extrañas luces móviles de la Luna
Los Fenómenos Transitorios Lunares (TLP, por Transient Lunar Phenomena) son luces misteriosas que no se observan en algunas raras ocasiones en el interior de algunos cráteres o sobre las cimas de las cordilleras montañosas lunares. En algunos casos aparecen como nubes en movimiento o sombras con un período de vida muy corto. Se desconoce su origen. Algunos científicos apuntan a que puede tratarse de la mera reflexión de los rayos del Sol al incidir sobre ciertos materiales. Otra posibilidad es la caída de meteoros sobre la superficie lunar.
La Luna llena, los locos y el sueño
La creencia popular que dice que la Luna llena la locura humana, pero no tiene base científica alguna. Un equipo de investigadores de la canadiense Universidad Laval en Quebec examinó la relación entre las fases lunares y el número de pacientes que se presentan en las salas de emergencia de los hospitales con problemas psicológicos. Su conclusión es que nuestras alteraciones y locuras poco tienen que ver con el satélite natural de la Tierra. Sin embargo, según un estudio que se publica en el último número de la revista Current Biology, la Luna influye en la estructura del sueño en nuestra especie, incluso aunque no sepamos en qué fase está ni veamos su luz porque dormimos en el interior.
Dos naves están estrelladas en la Luna
El 17 de diciembre de 2012, la NASA estrelló intencionalmente dos naves espaciales contra la Luna. Las dos sondas gemelas de la misión Gravity Recovery and Interior Laboratory (Grail), destinada a elaborar un mapa de gravedad de nuestro satélite, se empotraron contra una montaña del polo norte lunar debido a que no tenían ni suficiente altura ni combustible para seguir con sus investigaciones científicas. Otra sonda de la agencia espacial estadounidense, la Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO), fotografió los restos de las naves en la zona de impacto.
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