Según contó la madre de la niña de un año, dos hombres la asaltaron en la puerta de su casa en Cuiabá (centro-oeste) y la obligaron a entrar. Su hija, a la que llevaba en brazos, comenzó a llorar, desesperando a los malhechores.
"Uno de los ladrones me la arrancó de las manos y la llevó afuera del cuarto donde me tenían. El otro no me dejó salir", explicó la mujer al portal G1.
Tras rebuscar los armarios y no encontrar dinero, los delincuentes huyeron y se llevaron a la niña. En su camino, la colocaron dentro de un tanque de agua cercano a la casa.
Cuando la madre salió, vio a los asaltantes a lo lejos pero ya no escuchaba el llanto de la niña. Sólo encontró a Kesha, la mascota.
"La perra estaba desesperada y ladraba mucho. Corría hacia el tanque, lo arañaba y corría nuevamente de regreso donde mi hija", contó la abuela de la bebé.
Ello permitió a la mujer sacar rápidamente a la niña del tanque, antes de que se ahogara, y la puso a salvo. La policía calificó el hecho como tentativa de homicidio, y persigue a los autores.
En junio, un niño boliviano de 5 años murió asesinado con un tiro en la cabeza, delante de sus padres, durante un asalto en una zona popular de Sao Paulo, porque lloraba de miedo.
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