El psicólogo Ernst Poepp, profesor de la Universidad de Munich, llegó a la conclusión de que el cerebro humano se encuentra adormecido para ver la realidad tal y como es, y solo en un estado “alterado” por el alcohol accede a la verdadera realidad.
El alemán comprobó que el punto máximo de la embriaguez es cuando uno empieza a percibir la rotación y traslación de la tierra. “Con mayor cantidad de alcohol en la sangre nos hemos dado cuenta que el mundo nos provoca náuseas. La resaca no es más que la reacción posterior a ese shock”, concluyó.
PD: Esto fue lo que hizo Ana Botella, cuando tuvo que hablar en ingles para presentar "Madrid 2020" beber una botella, para darse cuenta que no tenia ni idea de hablar en ingles. Y luego se tomo un "cafe con leche, en la plaza mayor de Madrid"
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