Si usted bosteza delante de su perro probablemente el perro también bostece,
muestra un estudio reciente. La investigación, conformada por una serie de
experimentos cuidadosamente controlados con 25 perros de distintas razas,
confirma que es más probable que a los perros se les "contagien" los bostezos de
sus amos que los de un desconocido, y que son más propensos a responder con un
bostezo verdadero en lugar de uno falso. Los bostezos falsos son cuando abren y
cierran la boca, haciendo el movimiento de bostezar pero sin hacer ningún
sonido.
Los investigadores también les pusieron monitores del ritmo cardiaco a los perros para asegurarse de que no estaban bostezando por estrés o ansiedad. No fue así.
"Intentamos crear una atmósfera cómoda para hacer el experimento, y a veces era tan cómoda que se quedaban dormidos", comentó la autora del estudio, Teresa Romero, investigadora del departamento de ciencias cognitivas y conductuales de la Universidad de Tokio.
El estudio aparece en la edición en línea del 7 de agosto de la revista PLoS One.
Aunque imitar un bostezo podría no parecer un truco tan impresionante, los científicos creen que es una señal de algo importante, la capacidad de empatizar y vincularse con los demás.
Por ejemplo, estudios anteriores han mostrado que las personas que puntúan más alto en las medidas de empatía son más propensas a también bostezar que las personas que no son tan empáticas. Y la capacidad de bostezar por contagio parece desarrollarse con la edad.
"Varios estudios han mostrado que los niños no comienzan a mostrar el contagio de los bostezos hasta más o menos los cuatro años, y solo llegan a los niveles adultos alrededor de los 12 años", apuntó Elainie Madsen, psicóloga comparativa de la Universidad de Lund, en Suecia, que ha estudiado el contagio de los bostezos.
En el reino animal, el contagio de los bostezos parece ser un talento raro.
Ciertos simios, como los chimpancés y los bonobos, que son algunos de los
parientes evolutivos más cercanos a los humanos, se contagian los bostezos entre
sí. Además de los simios, una especie de ave parece ser capaz de bostezar por
contagio, y varios estudios recientes han sugerido que el Canis familiaris,
también conocido como el mejor amigo del hombre, también puede hacerlo.
Una cosa que los científicos no han podido averiguar es por qué los perros bostezan junto con los humanos.
"Hay muchas hipótesis, pero la hipótesis de la empatía es la que ha recibido más atención en años recientes", dijo Madsen. "Creo que la evidencia que la respalda se acumula".
Apuntó que a un nivel básico, el contagio de los bostezos probablemente tenga algo que ver con la coordinación de los grupos y la sincronización de la conducta grupal.
Como sucedió en el estudio nuevo, el estudio de Madsen sobre el contagio de los bostezos con cachorros con frecuencia hizo que los perros se quedaran dormidos. No cree que ocurra por accidente. "[Los perros] internalizan la emoción que los bostezos reflejan, y básicamente coordinaron su conducta con el de la persona que bostezaba", comentó.
Los perros viven en manadas, y Madsen cree que todos los animales que viven en grupos podrían demostrar la capacidad de que se le contagien los bostezos. Sin embargo, los investigadores apuntan que todavía no saben con certeza si a los gatos les importa que sus amos estén cansados.
"Creo que sería muy difícil estudiar el contagio de los bostezos entre humanos y gatos", apuntó Romero. "No nos hacen demasiado caso".
Los investigadores también les pusieron monitores del ritmo cardiaco a los perros para asegurarse de que no estaban bostezando por estrés o ansiedad. No fue así.
"Intentamos crear una atmósfera cómoda para hacer el experimento, y a veces era tan cómoda que se quedaban dormidos", comentó la autora del estudio, Teresa Romero, investigadora del departamento de ciencias cognitivas y conductuales de la Universidad de Tokio.
El estudio aparece en la edición en línea del 7 de agosto de la revista PLoS One.
Aunque imitar un bostezo podría no parecer un truco tan impresionante, los científicos creen que es una señal de algo importante, la capacidad de empatizar y vincularse con los demás.
Por ejemplo, estudios anteriores han mostrado que las personas que puntúan más alto en las medidas de empatía son más propensas a también bostezar que las personas que no son tan empáticas. Y la capacidad de bostezar por contagio parece desarrollarse con la edad.
"Varios estudios han mostrado que los niños no comienzan a mostrar el contagio de los bostezos hasta más o menos los cuatro años, y solo llegan a los niveles adultos alrededor de los 12 años", apuntó Elainie Madsen, psicóloga comparativa de la Universidad de Lund, en Suecia, que ha estudiado el contagio de los bostezos.
Una cosa que los científicos no han podido averiguar es por qué los perros bostezan junto con los humanos.
"Hay muchas hipótesis, pero la hipótesis de la empatía es la que ha recibido más atención en años recientes", dijo Madsen. "Creo que la evidencia que la respalda se acumula".
Apuntó que a un nivel básico, el contagio de los bostezos probablemente tenga algo que ver con la coordinación de los grupos y la sincronización de la conducta grupal.
Como sucedió en el estudio nuevo, el estudio de Madsen sobre el contagio de los bostezos con cachorros con frecuencia hizo que los perros se quedaran dormidos. No cree que ocurra por accidente. "[Los perros] internalizan la emoción que los bostezos reflejan, y básicamente coordinaron su conducta con el de la persona que bostezaba", comentó.
Los perros viven en manadas, y Madsen cree que todos los animales que viven en grupos podrían demostrar la capacidad de que se le contagien los bostezos. Sin embargo, los investigadores apuntan que todavía no saben con certeza si a los gatos les importa que sus amos estén cansados.
"Creo que sería muy difícil estudiar el contagio de los bostezos entre humanos y gatos", apuntó Romero. "No nos hacen demasiado caso".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Le agradecemos su opinión, agradecemos su seguimiento de este blog, esperando que le guste.