LIQUIDOS QUE PUEDEN SER SANOS Y DAÑAR TU DIETA

Controlar la alimentación no es la única medida para bajar de peso. El consumo excesivo de líquidos podría arruinar días de esfuerzo y hacer recuperar los kilos de más. De acuerdo con un estudio publicado en el periódico británico Daily Mail, tomar una lata de bebida dulce al día no solo aumenta la probabilidad de desarrollar diabetes, sino perjudica la salud bucal.

Las bebidas también pueden sabotear subrepticiamente las dietas. "Veo a la gente todo el tiempo preguntándome: 'No sé por qué no estoy bajando de peso'", dice la dietista Lucy Jones, de la Asociación Dietética Británica. "Pero cuando miro sus dietas, está claro que, aunque puedan no estar comiendo demasiado, beben diez tazas de té al día con dos o tres cucharadas de azúcar, que son unas 300 calorías sólo en azúcar", explica la experta.Una investigación reciente divulgada en el British Dental Journal reveló que bebidas aparentemente sanas pueden ser dañinas para los dientes. Algunos batidos contienen tanto ácido que son casi dos veces más nocivos para los dientes que un simple jugo de naranja. Esto se debe a la combinación de zumos utilizados, como el kiwi altamente ácido y jugo de limón.

"Mucha gente olvida que el alcohol también tiene calorías. Un par de vasos grandes de vino tinto pueden añadir hasta 400 calorías, que es casi una cuarta parte de la ingesta diaria de calorías recomendada para una mujer", advierte Jones.

Aunque aparentemente inofensivas, las bebidas dietéticas también pueden aportar calorías en exceso. Algunas botellas de agua con sabor contienen más de 100 calorías. Los jugos de frutas son igualmente peligrosos.

"Las bebidas dulces estimulan la sed, lo que puede estar relacionado con el hecho de que el azúcar tiene un efecto en la química del cerebro, por lo que cuanto más se bebe, más se quiere", aclara la dietista.

Sin embargo, no beber la cantidad suficiente de líquidos también puede provocar aumento de peso. Se recomienda tomar alrededor de 1,2 litros de agua al día. "Uno de los primeros síntomas de sed puede ser un poco de hambre", dice Jones. "Así que las personas que no beben lo suficiente son más propensos a comer más".