De nuevo en España se cometió un crimen contra unas niñas en las que se culpó a cabezas de turco, dudosos culpables fueron incriminados con el objetivo de encubrir a los verdaderos responsables. De nuevo, la élite utilizó a inocentes niños para sus crímenes rituales. De nuevo los medios de desinformación masivos fueron participes de la mentira. ¿Por qué la ley no encontró a los verdaderos culpables? ¿qué hay detrás de ello?
Un alto mando de las Fuerzas de seguridad españolas tuvo el valor de escribir unas cartas anónimas descubriendo la trama y las envió a los padres de las niñas, donde expone que los inculpados fueron “cabezas de turco” puestos por las cloacas del Estado, para ocultar a los verdaderos criminales.
CARTA DE GARGANTA PROFUNDA
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“Hace tiempo que esperaba este momento. La prudencia -buena consejera siempre- me hizo retrasar este mensaje hasta completar las piezas que me faltaban. ¿Quién soy yo? La verdad, no tiene importancia. No tengo el mínimo deseo de notoriedad. Soy un simple ciudadano. Si quieren un nombre o una clave, quédense con éstas simples iniciales: AR. ¿a quien me dirijo? Me dirijo en primer lugar a los padres de Desireé, Toñi y Miriam. Dios las tenga a su lado. En segundo lugar me dirijo a los jueces y fiscales del llamado caso Alcàsser y sus secuelas. Y en tercer y último lugar me dirijo a la sociedad valenciana y española, a sus instituciones, representantes políticos y medios de comunicación. Pero sin prisas, cada cual recibirá este mensaje en el momento adecuado. ¿Qué pretendo?. Enviar un mensaje muy claro a todos ustedes: el caso Alcàsser sigue abierto. Ahora más que nunca. Quizá algunos de ustedes lo reciban como una buena noticia. Bienvenidos sean. Quizá otros de entre ustedes lo reciban como una mala noticia. Bienvenidos también, siempre que estén dispuestos a buscar honradamente la verdad. Sólo aquellos que siguen empecinados en ocultar lo que saben no son bienvenidos. Sé quienes son y sé que me calificarán de todo, incluso de terrorista. Sólo por ellos debo preocuparme. Sólo por ellos oculto mi identidad. Tan sólo deseo que exista más interés en investigar lo que comunico que en investigarme a mi: matar al mensajero es la respuesta acostumbrada de ellos, pero no será lo más apropiado en esta ocasión, más si cabe en las actuales circunstancias porque cualquier obstáculo a la investigación supondrá hacer llegar a más personas o a todo el mundo -vía Internet- el presente mensaje.
Yo también participé en su momento de este singular ceguera colectiva que supuso la aparente resolución del caso Alcàsser, allá por el año 1993, con la detención de Miquel Ricart como ¿culpable? de secuestro y violación y la identificación de Antonio Anglés como cómplice del anterior y ¿único? culpable del triple asesinato. También estuve ciego al no ver que todo el fundamento de la acusación era la autoinculpación de Ricart y la presunta fuga de Antonio. Pero no había pruebas, sólo virtualidad: repitiendo a la manera de Goebbels una mentira cientos, miles de veces -la imagen de Anglés, la crispación de Ricart- se nos quiso pasar por la verdad lo que era, un montaje, un circo -¿qué fue de la carga de la prueba, señores jueces?- pero parecía no importar a nadie, tampoco a mí. Disfrutaba, como la mayoría, de esa tranquilidad que ofrece la ignorancia. Por las especiales circunstancias de mi trabajo, como servidor del Estado y conocedor de sus alcantarillas, debí suponer que en el caso Alcàsser, había juego sucio como después descubrí. Pero no, tal vez por pereza mental me creí a pies juntillas la versión oficial, la versión de mis superiores.
Fue a principios de Mayo de 1997, en los prolegómenos del juicio oral a Miguel Ricart en la Audiencia de Valencia, cuando empecé a tomar consciencia gracias al titánico esfuerzo desplegado por D.Fernando García y su compañero de lucha D.Juan Ignacio Blanco. Debo decir que no fue fácil tomar conciencia. Supuso violentarme a mi mismo y a mis propias creencias como servidor del Estado. Por mi trabajo sabía perfectamente que lo que denunciaban Fernando y Juan era algo extremadamente delicado para la credibilidad de la Justicia y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Y también sabía que más pronto que tarde mis superiores ajustarían cuentas con Fernando y Juan por aquel atrevimiento, como ahora empieza a sustanciarse en losTribunales. Pero no directamente -mis superiores nunca dan la cara- sino indirectamente: utilizaba los servicios de medios y periodistas apesebrados. Pero en lo esencial, Fernando y Juan decían verdad, no estaban equivocados. El interés por la verdad creó una corriente de generosidad y solidaridad que, sin conocerles personalmente, me animó a hacer -desde el anonimato- algo que sabía perfectamente me estaba totalmente prohibido.
Desde entonces mantuve una secreta relación con Fernando y con Juan para comunicarles mis averiguaciones, reflexiones e informales sobre algunas claves del caso. Consideré entonces y ahora -por su seguridad y la mía- que el anonimato era necesario e igualmente no era conveniente informar a más personas. Si ustedes no han sido informados antes de estos mensajes y en conciencia alguno de ustedes cree que debería haber sido informado, eso se debe a mi única e intransferible responsabilidad, responsabilidad justificada en la necesidad de salvaguardar mi propia vida y en segundo lugar para no entorpecer mis propias investigaciones. Para llegar a la verdad no es bueno el apresuramiento: muchas puertas e pueden cerrar antes de tiempo. Con ese criterio he actuado. Y ahora salgo a la luz porque me duele el proceso inquisitorial al que se va a someter a Fernando y Juan por el hecho de hablar claro y decir verdad. Saliendo a la luz y haciendo que más personas conozcan las claves ocultas del caso Alcàsser creo que les protejo de sufrir agresiones. Y no sólo judiciales. He meditado mucho dar este paso y he llegado a la conclusión que sólo mediante una mayor extensión de estas claves se les puede proteger mejor. Ellos, Fernando y Juan me han protegido hasta ahora no revelando el origen de algunas informaciones. Ahora más gente conocerá esas claves. La historia dirá si podía haberlo hecho mejor.
Encubrimiento niñas Alcasser
Encubrimiento niñas Alcasser
Pero ha llegado el momento crítico. Yo no soy un superhombre. Creo llegado al límite de mis fuerzas. Y aunque no voy a dejar la investigación, ahora necesito ayuda -incluida la Justicia competente, que fue la primera engañada empezando por el primer juez instructor del caso al que mis superiores tomaron el pelo desde el principio- que lleven a término mis investigaciones y desvelos en el caso Alcàsser. En mi función hay cosas de las que me enorgullezco, particularmente de aquellas que sirvieron para salvar vidas. Pero también hay cosas que hice de las que me entristezco porque sé perfectamente para qué personajes amorales sirvieron o qué intereses espurios alimentaron. Cosas que se irán a la tumba conmigo. Cosas de las que podría hablar, pero prefiero callar. Sólo en el caso Alcàsser me he permitido quebrantar algunos derechos que me son vedados por mi función. De esta acción que ahora emprendo tan sólo me preocupa una cosa: que el documento que sigue -fruto de una conversación clave con una fuente que a estas horas se debate entre la vida y la muerte- cause alguna conmoción en alguno de los padres. Yo no sé cómo aliviar ese dolor. Conocer la verdad siempre duele porque remueve recuerdos y heridas que creíamos cicatrizadas. Pero en la verdad siempre hay esperanza. Que los padres y los hombres de bien de la Justicia retomen de nuevo el caso Alcàsser, para cerrarlo, ahora si, con la verdad por delante. Si hay voluntad no hay ley o sentencia en firme que lo impida, porque las leyes las hacen los hombres y las sentencias siempre se pueden revisar.
En el documento que sigue he tachado intencionadamente algunos aspectos y situaciones para protegerme a mí mismo y a mis fuentes. También para evitar posibles fugas de información o desviaciones colaterales que eviten la subsiguiente investigación judicial, periodística o parlamentaria. No obstante existe la suficiente información para acometer con éxito dichas investigaciones. Si hay voluntad para desvelar la verdad todo es posible. Hasta siempre amigos: Fernando y Juan, Rosa, Luisa y Fernando.
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Queridos amigos Fernando y Juan Ignacio. Soy xxxxxxxx y éste mi xxxxxxxxx mensaje. Terminadas mis vacaciones reglamentarias entre xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx, me uno de nuevo a ustedes para comunicarles un decisivo encuentro con un viejo conocido mío, coronel de la Guardia Civil en la reserva, xxxxxxxxxxxx enlace ocasional en algunas operaciones antiterroristas conjuntas entre xxxxxxxxxxxx trabajó en xxxxxxxxxxx e inusualmente inteligente para lo que abunda en la G.C. Xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx más extrovertido que yo, quizá poco dotado para teorizar, pero dispuesto a llamar las cosas por su nombre- personaje que llamaré Bernardo, en recuerdo a esos canes especialmente dotados para el salvamento xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. De Bernardo no diré mucho más pues por ahora he de intentar mantenerlo en el anonimato. Es como una piedra preciosa, de vital importancia para el esclarecimiento prácticamente total del caso Alcàsser. Y digo prácticamente porque salvo algunos flecos que ni Bernardo ni yo hemos podido dilucidar con todo lo que sabemos del caso xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx, lo principal del caso, el núcleo de mis desvelos, es decir la operación de encubrimiento y “despiste” -operación que según Bernardo se bautizó en la G.C. con el nombre xxxxxxxxxx- con lo que sigue creo que completan un puzzle coherente con la información de otras fuentes independientes y a la vez corroboran una información no contrastada que desde hace tiempo tenía pero que ahora y viniendo de donde viene -la Guardia Civil- xxxxxxxxxxxxxxxx de que en caso Alcàsser hubo y sigue habiendo dinero, mucho dinero de por medio para financiar el silencio o la mentira de algunos testigos clave -los Anglés-, del acusado formal -Miguel Ricart- y del sospechoso desaparecido -Antonio Anglés-.
Pero antes les pondré en situación porque el presente no será un mensaje como los anteriores. A finales de Julio, dispuesto a pasar mis vacaciones xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx, recibí una felicitación por mi ascenso y traslado a tareas de mayor responsabilidad. El remitente era Bernardo xxxxxxxxxx del que hacía casi una eternidad que no sabía de su vida. Hablamos y quedamos en pasar xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx en la reserva y con cierta despreocupación por la obligada discreción que debe cumplir todo oficial de su rango y experiencia -quizá porque ve de cerca la soledad y la muerte- se le notan las ganas de hablar. Y entre el alcohol y el humo del tabaco nos confesamos cosas. Hablamos a tumba abierta de casi todo, sin dejar títere con cabeza; el 23-F xxxxxxxx, ETA, el GAL, Galindo, el caso Argentia Trust, Conde, de la Rosa, Perote, Manglano, Calderón, los Serra, González, Pedro J,.xxxxxxx… y, por supuesto, del caso Alcàsser…piezas ellas aparentemente hetereogéneas y sin conexión pero que vistas en conjunto muestran con meridiana claridad un tapiz de fondo, un común denominador: la mentira de Estado.
Bernardo también xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. En lo que sigue intentaré una transcripción lo más fiel posible de nuestras noches de conversación. Aunque pensé ir acompañado de mi habitual minigrabadora al final lo deseché por consideración xxxxxxxxxxxxxxxx. Y, aunque tengo muy buena memoria, antes de acostarme anotaba lo esencial de la conservación. Quizá se pierda algo de frescura del directo, incluso que ponga en boca de Bernardo algunas ideas que son netamente mías, pero en lo que sigue está lo esencial. He pensado que la riqueza de matices que proporciona el diálogo permite penetrar mejor en la verdad del caso. No obstante intentaré una breve conclusión para su posterior investigación judicial o periodística, si ustedes lo estiman oportuno. En lo posible he evitado incluir temas colaterales que salían en la conversación, excepto cuando éstos tenían una cierta relación -por analogía- con el caso Alcàsser o porque iluminaban algún aspecto de éste. Igualmente he intentado mantener la claridad de ideas y expresiones, a veces malsonantes, de Bernardo porque aportan lucidez y un cierto distanciamiento crítico.
En adelante, A será xxxxxxxx o sea yo mismo, y B será Bernardo. El contexto es inicialmente teórico, sobre el tratamiento de la verdad oficial -o sea, la administración de la mentira- en las sociedades avanzadas, pero poco a poco voy deslizando la conversación hacia el tema de fondo que me preocupaba:
- A. …. y sobre el caso Alcàsser ¿cuál es la verdad? Bernardo se queda pensativo durante unos segundos, mirándome fijamente a los ojos.
- B. ¿Por qué verdad me preguntas?. ¿la histórica?, ¿la oficial?, ¿la judicial?, ¿la de Fernando García?
- A. Empecemos si te parece por lo que tú sabes, lo mezclaremos con lo que yo sé y haber si encontramos algo, ¿te parece?
- B. ¿No será éste otro encargo de tu Ra o como coño se llame?
- A. Je, je… no hombre, estamos teorizando simplemente… además el de ahora no se hace llamar Ra xxxxxxx
- B. xxxxx… desde luego que simplón que es Calderón. Parece una matrícula de coche. Y, si Calderón xxxxxx, ¿quién es xxxx?
- A. Bueno, eso es secreto, pero como eres inteligente y aficionado a la criptografía te será fácil deducirlo.
- B. Pues nuestro xxxxxxxxxxxxxxxxxx
- A. No hombre no, piensa un poco más.
- B. ¿Serra? ¿el Ministro?
- A. ¡¡Bingo!!
- B. ¿Y el resto de “Arriba”?
- A. Bueno, te lo diré: xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx es el Presidente.
- B. Calderón es gilipollas…. ¡¡de qué manera más tonta desvela su dependencia orgánica: xxxxxxxxxxxxxxxx.
- A. Ya, ya … la verdad es que le quedan muchas luces… pero volvamos al caso Alcàsser.
- B. ¿De verdad quieres que hablemos de eso a estas horas de la noche?
- A. Hombre, Bernardo, si quieres lo comentamos en otro momento, pero puestos en barrina y con todo lo que nos hemos desahogado antes con otros asuntos de Estado quizá más espeluznantes…
- B. Está bien. Te contaré lo que sé, que es todo lo que sé… a condición que tú luego desembuches también y me digas lo que sabes.
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- A. De acuerdo
- B. Como sabes yo en aquella época trabajaba en xxxxxxxxxxxxxxxxx de la Guardia Civil. Lo de Alcàsser no lo viví de cerca aunque lo seguí con preocupación. Y, porque no decirlo, con interés, para ver si “cazábamos” a los culpables antes que la Policía Nacional. Ya sabes de nuestra “competencia cordial”. Además, conozco a Miranda y a Carrascosa y sé de su profesionalidad. Pero también sé que son de la clase de gente que confunde lealtad con ciega obediencia. ¿Sabes¿, lo que verdaderamente nos arruinó en la nefasta etapa de Roldán fue nuestra ciega obediencia al mando… tal vez si hubiéramos sido un poco más críticos otro gallo nos cantaría.
- A. Veo que te vas por los Cerros de Úbeda.
- B. No, hombre. Simplemente una idea me lleva a otra. Debe ser la vejez que me permite ver las cosas con mayor claridad. Sigamos… finales de 1992, tres niñas desaparecidas, los padres cada vez con menos esperanza, la opinión pública presionando y nadie sabe nada… y mucho menos nosotros.
- A. ¿De verdad no sabíais nada?
- B. Bueno, bueno, te hablo de lo que sé por conversaciones con los compañeros que estaban al tanto del asunto. Aunque todas las hipótesis estaban abiertas: secuestro por dinero, violación, huida del hogar, etc… no había nada, ninguna pista, cero patatero.
- A. ¿Entonces, la caseta y la fosa de la Romana, Antonio Anglés y Miguel Ricart?
- B. Te veo venir. Eso forma parte del final, no del principio.
- A. Espera… me estás confirmando lo que siempre he sospechado, que Antonio Anglés y Miguel Ricart son falsos culpables, meros cabezas de turco.
- B. ¡Bingo! eso es.
- A. ¿A qué precio?… ¿donde está Antonio Anglés?… ¿está muerto?
- B. Luego hablaremos de eso… primeros de diciembre de 1992, antes del encuentro de Felipe González con los padres de las niñas hasta ese momento desaparecida… “aparecen” los cuerpos. Sólo unos pocos lo saben: xxxxxxxxx, el propio Presidente, Serra, Corcuera, Vera y poco más… también Roldán, mi jefe y Manglano, tu gran Ra, por supuesto.
- A. Tengo mis dudas que Roldán lo supiera… ¿por qué no lo utilizó para suavizar su condena?
- B. ¡¡No seas pardillo!! Eso ya estaba pactado, Roldán vive de puta madre ¡¡en una cárcel para mujeres!!, con una pasta asegurada por callar la boca todo lo que sabe y no tirar de la manta más de lo que hizo, que fue bien poco.
- A. Si me hablas de la pasta del “difunto desparecido” Paco Paesa va dado…
- B. No hombre. Estos, los de ahora, como los de antes, le prometieron dinero a cambio de estar calladito. Y por lo que sé, está de acuerdo en mantener la boca cerrada. Lo de Paesa, Roldán ya lo daba por descontado que podría traicionarle. Además de los “papeles de Laos” habían otros papeles en los que Roldán explicitaba claramente sus reales condiciones de “rendición”. Los “papeles de Laos” fueron meros fuegos de artificio para despistar.
- A. Bien, disculpa que esta vez me haya ido yo por los Cerros de Úbeda.
- B. Je, je… eso de la vejez a todos nos alcanza…como xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
- A. Estábamos que aparecen los cuerpos de las niñas de Alcàsser ¿cómo?
- B. Por lo que sé “alguien” anónimo hizo llegar los datos de la localización al más alto nivel.
- A. Me has respondido cómo y quién, pero, ¿dónde?
- B. No lo sé, pero creo recordar que fue en un canal de riego o en un pozo porque tuvo que intervenir un equipo de buceo de la Guardia Civil.
- A. ¿De qué comandancia?
- B. Por lo que recuerdo de comentarios de compañeros la comunicación anónima fue directamente a Madrid, al Ministerio. Desde allí Corcuera y Vera decidieron llevar el asunto con sigilo hasta confirmar la información. Se instó a Roldán a dirigir la operación desde sus unidades de élite, sin pasar por la 311 comandancia ni por la UCO.
- A. ¿Quieres decirme que no se informó a Miranda ni a Carrascosa?
- B. A Miranda inicialmente no. Roldán no se fiaba de él, aunque después se le mantuvo al corriente. A Carrascosa sí se le hizo saber para que no pusiera obstáculos.
- A. En otras palabras, que la Guardia Civil no sabe quién secuestró, violó, torturó y asesinó a las niñas de Alcàsser.
- B. La verdad es que no.¿Acaso xxxxxxxx saben más?
En ese momento pongo al corriente a Bernardo de xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx que usted ya conoce, y de sus diversas variantes que he ido conociendo de diferentes fuentes, incluyendo la última -para mí, bastante fiable, aunque no infalible- que les comuniqué en mi mensaje decimoséptimo.
- B. Hombre, disculpa… ya veo que Manglano os enseñó bien. Pero hemos quedado en hablar de lo que sabemos cada uno y lo que yo sé es esto: “alguien” comunicó la localización relativamente exacta de los cuerpos, los equipos de buceo tuvieron que trabajar por la noche para no llamar la atención, se encontraron los cuerpos y se ocultaron hasta que la Dirección o el Ministro decidiera que hacer con aquella situación tan embarazosa para la Guardia Civil. ¿Eso es incompatible con la hipótesis soldadesca que me dices? Quizá no… pero yo también tengo mis fuentes de información.
- A. Bueno, no tan rápido Bernardo. Me estás diciendo que te apuntas a xxxxxxxxxxxxx, la cuál hace tiempo descarté.
- B. Querido amigo. Una cosa es que lo que sé, otra lo que creo que pasó.
- A. ¿Crees saber quién o quienes son los asesinos?
- B. No tan fácil. No sé quién o quienes fueron pero si sé algunas cosas sobre diversiones de gente realmente rica. También sé que hay cortijos o fincas donde se realizan bacanales de drogas, sexo y perversión. Te podría decir nombres y lugares: xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. También bajo el pretexto de la cacería o montería, algo reservado para hombres con mucho dinero y poder, en esas fincas se han realizado verdaderas orgías sexuales con chicas jóvenes…. y no siempre prostitutas. También sé que en la
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Guardia Civil hemos recibido en algunos pueblos denuncias de violación y maltrato de chicas y cuando nos hemos puesto a investigar “alguien” ha pagado a las víctimas y en ocasiones a los guardias para que se guardara silencio.
- A. Bernardo, un momento. ¿cómo crees que efectuaron el secuestro de las niñas?
- B. Es difícil contestar a eso… pero desde luego no fue obra de aficionados.
- A. ¿Qué opinas de absurda hipótesis del coche pequeño?
- B. Je, je… te veo venir ¿recuerdas cuando xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx decía: “permitidme que fije en vuestras mentes la primera versión de los hechos y habré vencido”… y no es una frase mía, sino de algún experto en psicología de masas… lo del coche pequeño sirve para lo mismo: confundir, desviar la atención. Porque si admitimos de partida que fue un coche pequeño tendremos que admitir que las niñas subieron por propia iniciativa, porque no es creíble que a tres personas les obliguen a subir a un coche pequeño ¡¡alguna escaparía digo yo!!, luego conocían a alguien, etc, etc. No, no me lo creo.
- A. Ya, ya… el Tribunal de Valencia lo descartó en la sentencia. ¿Tienes alguna hipótesis alternativa?
- B. Sin ir más lejos… ¿qué hacemos cuando vamos a detener a varias personas?… utilizamos un furgón sin cristales … de esos que pululan sospechosamente por ahí sin desvelar qué coño transportan. Vamos, si yo tuviera que hacerlo emplearía uno de esos, y en su interior como mínimo dos o tres tíos bragados más el conductor y para detener a las víctimas emplearía el mínimo de violencia para no llamar la atención: con un simple aerosol inmovilizador y en menos de cinco segundos estarían dentro. Visto y no visto.
- A. ¡¡Veo que sigues en forma!!
- B. …Agradezco tu elogio…pero es solamente experiencia… bueno, sigamos… sé que entre la gente muy rica, entre industriales, banqueros, terratenientes, políticos, etc. hay lo que se llama “ceremonias de iniciación”, algo así como tenerse mutuamente cogidos de los huevos unos a otros en algo muy feo -violación, torturas, asesinato- en los que han participado todos y donde, además hay pruebas gráficas para corroborarlo. así nadie puede escapar: si cae uno, caen todos, si uno sólo traiciona al grupo, caerá también él. Y estando así, atrapados en una especie de red invisible los negocios que realizan los coparticipantes en esas perversiones son más lucrativos: se favorecen unos a otros y ni aún queriendo es posible la traición en sus negocios: la lealtad al grupo está asegurada de por vida. Y si alguien quiere entrar en el grupo para enriquecerse o alcanzar poder antes debe aceptar este juego perverso. Es una técnica mafiosa de demostrada eficacia. Al que quiera “salirse” sólo le queda una opción: el suicidio … o que le suiciden.
- A. Luego, indirectamente me estás diciendo que sabes quienes son los asesinos.
- B. Digamos que no tengo que calentarme mucho la cabeza para saber quienes pudieron ser… aunque desgraciadamente no tengo pruebas. La única posibilidad es que “alguien” que participó en la múltiple violación, tortura y asesinato pudiera contarnos la verdad. Pero como ya te he dicho, al delatar a los demás se delataría él también. ¿Te imaginas a un padre de familia, católico devoto y de elevada reputación tirando toda su vida por la ventana haciendo una confesión parecida ante el Juez o de manera anónima? Imposible, antes se suicidaría… o le suicidarían… aunque pensándolo bien… quizá ante un sacerdote alguno lo haya hecho para tranquilizar su conciencia… así pasa la carga al sacerdote que, obligado por el secreto de confesión, estará obligado a silenciar lo que sabe.
- A. ¿Qué opinas de la hipótesis de la película “snuff”?
- B. Algo he escuchado y leído… pero ya soy un poco mayor para creer en esas cosas. Esto es como los ovnis o las apariciones de la virgen: mucha gente habla de ello pero no tenemos pruebas irrefutables. Perdona pero soy muy escéptico. No obstante no descarto que existieran pruebas gráficas de la “ceremonia de iniciación” que te he comentado: la coerción es más creíble. Pero serían testimonios gráficos para uso interno del propio grupo para persuadir a los más escrupulosos y evitar fisuras. Y desde luego no para comercializar en circuitos clandestinos para pedófilos. Eso es lo que creo.
- A. bien, luego admites xxxxxxxxxxxxxxx
- B. Sí, pero con una condición: una sospecha no es una prueba.
- A. ¿Desde la G.C. se investigó a esas personas?
- B. Sí, pero no encontramos nada… son extremadamente listos, por algo están donde están. Su sistema de ocultación y encubrimiento funciona a la perfección. Y nuestras técnicas de investigación son impotentes ante esa clase de gente. Hay que tener la valentía de reconocerlo: estamos preparados para detener al vulgar delincuente, incluso al delincuente de “cuello blanco” que hace una pequeña estafa, pero no estamos preparados para luchar contra delincuentes con ese nivel de poder y perversión… y desgraciadamente, con su poder económico pueden comprar a cualquier guardia.
- A. ¿Estás haciendo una declaración de impotencia o estás reconociendo que desde “Arriba” se os paró los pies?
- B. ¡¡También estás en forma!!… Hubo un poco de todo… impotencia por nuestra parta -ya peino las suficientes canas para saber dónde están nuestros límites- y también, porque no decirlo, instrucciones de la Dirección para no meter las narices en algunos sitios.
- A. Bernardo, sinceramente, ¿crees que esa gente todavía sigue realizando esas “ceremonias”?
- B. … ya sabes que no estoy en activo y ya no tengo la información que tenía antes… pero sin duda que esas “ceremonias” deben crear adicción… ahora bien, el caso Alcàsser les debió suponer cierto freno… al menos para evitar en lo sucesivo secuestrar a más de una chica de “una tacada”.
- A. Bien, Bernardo, ya es bastante tarde, si quieres continuamos o dejamos para mañana nuestra charla.
- B. De acuerdo. Mañana más.
Al día siguiente retomamos la conversación sobre el caso Alcàsser en el punto donde lo dejamos. Antes de empezar, Bernardo me insta a desembuchar xxxxxxxxxxxxx se sabía algo o se hizo algo al respecto de la desaparición de las niñas. Le digo básicamente los que le he contado a usted durante estos dos largos años… evidentemente sin mencionar que le mantengo informado de mis averiguaciones. Curiosamente llegamos a la conclusión de que nuestra situación es parecida: xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx que estuvieron fuertemente involucradas en el caso Alcàsser, xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. Sin embargo es tanta la información acumulada en este tiempo que uniendo lo que él sabe y lo que yo sé estoy en disposición de tener un cuadro más completo. Sigamos.
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- A. Bernardo, resumiendo lo hablado hasta ayer: se recibe un anónimo en el Ministerio dónde se indica la localización de los cuerpos sin vida de las niñas de Alcàsser; desde Madrid parte en secreto un equipo de buceo ¿a dónde?, no lo sabemos; se encuentran los cuerpos; se guardan en bolsas, se ocultan, ¿dónde?, tampoco lo sabemos… por cierto eso daría otro cariz a la hipótesis de Frontela del doble enterramiento… aunque es más correcto hablar de “localizaciones”, hasta tres distintas: la primera en un medio acuoso, la segunda en bolsas, suponemos que en superficie y la última semienterradas, donde se encontraron… En fin, supongo que a partir de encontrar la “mercancía” la pregunta que flota en el ambiente es obvia: ¿qué hacer con los cuerpos?
- B. ¡¡Bingo!! A partir de encontrar la “mercancia” como tú dices es cuando se crea un gabinete interministerial que codirigen Corcuera y Serra pero que en la práctica dirige Vera con Roldán y tu ex-Ra Manglano de jefes operativos. la instrucción del Presidente en total sintonía con el Innombrable es diáfana: el caso Alcàsser es una prioridad de Seguridad Nacional. Ni podemos ocultar indefinidamente los cuerpos -algo peligroso que acabaría sabiéndose y volviéndose contra el Estado-, ni podemos detener a los asesinos -que no sabemos quienes son-, ni podemos obviar la inmensa presión mediática de la opinión publicada y la presión moral de los padres para que hagamos algo y ofrezcamos resultados -si no “movemos ficha” se nos va la legislatura al garete-. Estamos ante un dilema o trilema que sólo puede resolverse desde una perspectiva de Estado. La situación era muy parecida al mal llamado caso xxxxxxxx. En fin, ¡¡qué te voy a decir que no sepas!! … era una cuestión de Estado.
- A. Resultado: busquemos a unos robaperas que hagan de cabezas de turco.
- B. Si, pero unos cabeza de turco que reúnan algunas condiciones. Que sean vecinos de Valencia o su provincia, que tengan antecedentes delicitivos, que estén desarraigados, que hayan colaborado en alguna ocasión… y lo más importante: que estén dispuestos a cobrar dinero por aceptar el papel de falso culpable de por vida.
- A. Perdona, ¿has dicho “colaborando” en alguna ocasión…?
- B. Si, “colaboradores” o “confidentes”. Antonio lo era. Y tanto Antonio como Ricart eran conocidos habituales de la G.C…. ya sabes como funciona esto: hoy por ti, mañana por mí. ¿Por que crees que Antonio estuvo tanto tiempo en busca y captura y los guardias ni siquiera se molestaron en visitar su vivienda habitual, harto conocida por otra parte?
- A. Y la maravillosa idea se le ocurrió a Rafael Vera…
- B. Exacto. La experiencia y la práctica de pagar a los acusados del GAL -Amedo y Domínguez- por asumir calladamente toda la culpabilidad les hacía sentirse omnipotentes e impunes: al fin y al cabo todo el mundo tiene un precio… el dinero es el medio más seguro para comprar voluntades.
- A. Aunque luego vino Belloch, dejó de pagar y Amedo y Domínguez cantaron la Traviata…
- B. Si, pero Belloch no decidió por libre… contó con la bendición del Presidente.
- A. ¿Una huida hacia adelante?
- B. Exacto. Quizá González también estaba harto de estar cogido de los huevos por gente indeseable. Prefirió una “voladura controlada” una estrategia de “tierra quemada” antes de que le tendieran una trampa más maquiavélica… a veces, je, je… comenzar un fuego te da el control del incendio.
- A. A propósito de Belloch ¿Qué crees que quiso decir cuando respecto al caso Alcàsser dijo aquello de que “se podría haber hecho mejor”?
- B. Pues supongo que lo percibió como un “marrón” de la época de Vera y Corcuera… “marrón” con el que tendría que apechugar… una manera de echarles en cara el “diseño” de la Operación… y demostrar una queja porque aquellos compromisos de Vera le ataban de pies y manos.
- A. Por cierto, ¿cómo se llamó esa Operación?
- B. ¿Estás de guasa?… ¿quieres que me corten los huevos?
En este momento yo le confieso a Bernardo el nombre de la Operación xxxxxxxxxxxxxxxxxxx que, hoy por hoy voy a mantener oculta a usted por razones de seguridad mía y de mi fuente.
- B. Si es así, como donde las dan las toman, te diré que aquella Operación se bautizó en la Guardia Civil con el nombre xxxxxxxxxxxxx.
- A. xxxxxxxxxxx… un nombre apropiado… así que todo se resolvió pagando, como siempre… ¿con fondos reservados, supongo?
- B. ¿De dónde si no?
- A. Por cierto… aunque creo conocer todos los detalles… ¿cuál fue el papel de los colmeneros?
- B. …¡¡si lo sabes para que preguntas!! Obviamente los cuerpos tenían que aparecer en un lugar relacionado con los falsos culpables para lo cual Antonio suministró la información de los lugares que “controlaba”: la Romana, Alborache y otros… se decidió La Romana porque al ser el más aislado era al más creíble. Pero no sólo participaron activamente Antonio y Ricart en la preparación de aquel circo, también Neusa proporcionando ropas y objetos personales y por supuesto el famoso “papelito” de Enrique Anglés…
- A. Eso ya lo daba por supuesto que el “papelito” no se encontró allí de casualidad… pero yo te preguntaba por los colmeneros y especialmente por la “coincidencia” de que los cuerpos se descubren el mismo día que Fernando García no está en España y que el equipo de la UCO se va a Madrid mientras otro viene de camino para sustituirlo… ¡¡demasiada coincidencia!!… ¿no te parece?
- B. ¿Y qué esperabas.. que íbamos a permitir que los cuerpos aparecieran delante de los padres, la UCO y de la televisión y que se descubriera todo el pastel?… claro está que los colmeneros no subieron allí ese día de casualidad, ni que se iba a producir el relevo de la UCO por casualidad, ni que Fernando García estuviera en Londres por casualidad. Todos esos movimientos se produjeron sincronizadamente. Pero no me tires más de la lengua si sabes de que estoy hablando.
- A. Sólo una cosa más… ¿se pagó también a los colmeneros?
- B. ¡¡Claro, joder!!… aunque inicialmente reacios, estuvieron encantados de colaborar en ser los “descubridores” de los cuerpos cuando se les “vendió” la idea de que iban a hacer un gran servicio al Estado por lo que serían recompensados… además, Corcuera les llamó en persona… aunque lo que ya no les gustó mucho fue acudir al Tribunal, cosa que se había acordado con ellos que no sucedería… en concreto creo que fue Aquino el que salió pálido de la Audiencia después de su declaración…
- A. Supongo que por su mala conciencia… sí, pero es que no fue Beltrán quien lo pidió ni la acusación popular, sino Fernando García.
- B. Vaya, eso no lo sabía…
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- A. También “llamó” Corcuera a los forenses valencianos…?
- B. …¡menudo cabrón estás hecho!!… ¿eres pardillo o te lo haces?.. ¡¡pues claro, joder!!.. ¡¡son funcionarios!!
- A. Bernardo disculpa pero es que estoy atando cabos… ¿también llamó Corcuera a Beltrán y a Vilafranca?
- B. Pues mira, eso no lo sé… pero simplemente tienes ver el organigrama. A Beltrán le llamaría el Fiscal General del Estado… o el propio xxxxxxxxxxx … y a Vilafranca pues no lo sé… a lo mejor el propio Beltrán, para asegurarse una mayor coordinación y evitar posibles fisuras.
- A. Y hablando de llamadas… ¿qué crédito das a la supuesta llamada de Antonio durante el registro en casa de los Anglés?
- B. ¿Quién identificó que tal llamada era de Antonio?
- A. …Muy agudo… en realidad no existió nunca una identificación -entendida objetivamente-… lo único que existió fue una autoidentificación: “Kelly, soy Rubén…”
- B. …Claro, pero de la misma manera que el mapa no es el territorio, una autoidentificación no es una identificación válida… es necesario el contraste objetivo… y para eso están los testigos y los peritos.. ¡¡joder!!.. ¡¡podría ser cualquiera!!… de cualquier forma no tiene importancia si la llamada se efectuó o no durante el registro o si era Antonio el que llamaba… eso podría interesar a la defensa de Ricart… pero dado que tanto Antonio como Ricart estaban en el ajo…¡¡tanto monta, monta tanto!!
- A. ¡¡Bingo!!… ¡¡qué bien te expresas!!… por cierto y como G.C… ¿qué opinas de ese registro?
- B. Creo que estás mejor informado que yo… pero por lo que sé fue un registro “increíble”… por extraño, porque de una tacada se recibiera la llamada y se detuviera a Ricart… demasiada casualidad para no sospechar que no estuviera “coregrafiado” de antemano…
- A. Yo eso lo llamo “puesta en escena”… ¿y la supuesta fuga de Antonio por los tejados?
- B. ¡¡Bobadas!! Si un registro está bien hecho no se escapa nadie. Como te dije antes, tanto Antonio como Ricart estaban colaborando en aquel circo desde el principio, así que lo lógico -no conozco los detalles- es que mucho antes se hubiera “entregado” a los que le llevarían hasta un escondite temporal…
- A. Bueno, ejem… así fue, fueron de los nuestros quienes se encargaron de eso.
- B. ¡¡Joder!!… como siempre la mierda es para nosotros…
- A. Ya, ya…pero reconoce que el asunto era demasiado feo para dejarlo todo en manos de la G.C.
- B. No, si ya sé de que va esto… pero reconoce que entre nosotros y vosotros estuvimos jugando al gato y al ratón durante la “rocambolesca huida” de Antonio.
- A. Bien, Bernardo, pero ya sabes que donde manda patrón no manda… por cierto y cambiando de personaje, ¿qué pintaba Rodríguez Menéndez en todo esto?
- B. Je, je.. ahora os lo queréis cargar… aunque… ¡¡menuda chapuza de atentado!!
- A. Bueno, sí, eso parece… se lo estaba buscando desde hace tiempo.
- B. Pues otro más que pasó por la ventanilla a cobrar… su “entrevista” con el supuesto Antonio Anglés y la posterior “confirmación” de Neusa -pactada, desde luego- no eran más que otra “maniobra de de diversión”.
- A. Te voy a confesar algo: por lo que sé, Manglano nunca estuvo de acuerdo en pagar. Prefería la desaparición por ejecución pura y simple. Manglano reconocía que a la larga eso trae solamente complicaciones: el dinero deja un reguero, una pista. Sólo los muertos no hablan. Y de hecho, hasta muy recientemente mis informaciones iban en ese sentido. Sabían que Kelly había cobrado por ocultar algunos detalles y por mentir ante el Tribunal. Incluso Ricart. Pero hasta hace bien poco no imaginaba que Antonio iba a aceptar “desaparecer” para siempre y con el “estigma” de ser el asesino de las niñas a cambio de una buena paga.
- B. Al principio se barajó esa posibilidad: eliminar a Antonio. Pero luego se vio que a la larga podría ser muy peligroso: la familia podían cantar de plano. Había que garantizar su supervivencia… al menos durante unos años. Pero no sólo cobra Antonio. El acuerdo alcanzaba también a su madre. Neusa.
- A. ¿Lo dices por la casa nueva que se compró en Catarroja?
- B. No sabía que se había comprado una casa… pero no es extraño. Aunque Neusa no tiene muchas luces, no es tonta y una madre siempre es una madre… y no iba a consentir la desaparición y el “estigma” de por vida de tener un hijo asesino. Eso tiene un precio.
- A. ¿Cúanto crees que se le ha pagado a Neusa por aceptar de por vida la ausencia y el “estigma” de Antonio?
- B. No sé la cantidad, pero supongo que sería la “standard” para casos especiales: entre trescientas mil y medio millón al mes.
- A. ¿Crees que sigue cobrando?
- B. ¡¡Joder, claro!! Recuerda que un caso de Seguridad Nacional que al no llegar a desmadrarse como el caso GAL -aunque a punto estuvo- ni convertirse en arma electoral, los sucesivos gobiernos están obligados a cumplir con los compromisos adquiridos por gobiernos anteriores… mal que les pese… además xxxxxxxxxxx se encarga de recordarlo cuando les flaquea la memoria.
- A. ¿Cuánto crees que están cobrando ahora los Anglés por mantenerse calladitos?
- B. Mis últimos datos que tengo por compañeros es que desde se inició el Juicio de la Audiencia de Valencia la paga se dobló. Hoy en día la paga rondará el kilo al mes… pizca arriba, pizca abajo.
- A. ¿Dónde crees que cobran, en España o en el Extranjero?
- B. Neusa cobra en España… fue una imposición de Kelly que es la que gestiona el patrimonio de su madre… y eso crea otro problema: xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. Por lo que sé, desde Madrid, xxxx ha dado instrucciones precisas a la xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx de Valencia para evitar cualquier xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx a Neusa o a Kelly. Ciertamente tu ex-jefe Manglano tenía razón… pero claro es que no puedes volatilizar a toda una familia… quizá no se eligió bien a los falsos culpables… lo ideal… je, je… hubieran sido delincuentes huérfanos, solteros y sin pareja…
- A. Espera Bernardo, ¿me estás diciendo que también está involucrada xxxxxx encubriendo un delito xxxxxx?
- B. ¿Y cómo si no?… si se pactó con ella que aceptaríamos pagar en España-quizá porque no se fiaba que le pagásemos en Suiza- ¿cómo vamos a ocultar el pago si no involucramos a xxxxxxxxxx para que haga la “vista gorda” con los Anglés?
- A. Si entiendo… pero eso es jugar con fuego… si eso se conociera públicamente el escándalo iba a ser gordo…
- B. Tienes razón… es un riesgo muy elevado… desde luego en Suiza el riesgo sería mucho menor… pero así son las cosas del poder.
- A. Ya, ya me hago cargo… ¿y Ricart?, ¿dónde y cuanto cobra?
Página Nº6
- B. Ricart cobra una menor parte en España para mantener a su hijita y a su ex-mujer y otra mayor en Suiza. Por lo que sé, además de unas pagas mensuales similares a Neusa, tiene asegurados unos xxxxxxxxxx de pesetas adicionales en Suiza a su nombre de un testaferro. Y, a cambio, no debe armar mucha bulla mientras esté en prisión y mucho menos atreverse a solicitar indemnización al Estado en el supuesto remoto de que algún juez incontrolado lo declarase inocente. Dentro de unos, cuando salga de prisión, posiblemente se dé una vuelta al mundo a la salud de nuestros impuestos…je, je… o como Kelly, que quizá dentro de poco se compre un velero… creo que acaba de realizar un curso de patrón de barco.
- A. … O sea que de torturas de la G.C. nada de nada…
- B. ¡¡Chorradas!!… sensacionalismo barato para desviar la atención de loa que es Miguel Ricart: un culpable a “golpes” si, pero a “golpes” de talonario… je, je.
- A. … Y si mis cálculos no me fallan al final el importe total de los pagos rondará los xxxxxxxxxxx de pesetas.
- B. Por ahí va… unos xxxxxxxxxxx a Ricart -en el caso que esté unos diez años en prisión-, algo más a Antonio y quizá algo menos al resto de los Anglés… y cantidades menores para el resto… si, unos xxxxxxxxxxxxx … y a pagar en varios años… aún creo que ha salido barata la operación… pues, encima, no tuvo ningún coste político ni institucional. Una operación redonda.
- A. Por ahora, Bernardo… o sea, ¿aproximadamente la misma cantidad global que deberían cobrar los padres de las niñas?
- B. Así es… una paradoja extraña: cobran los “culpables oficiales”, pero no los padres de las víctimas. Este es un país de locos.
- A. ¿Y qué es de Antonio?, ¿dónde está?
- B. Antonio cobra una cantidad similar a la de Ricart, con el añadido de que vive con otra identidad y todos los gastos pagados… ¿dónde? No lo sé exactamente, pero apostaría que vive en xxxxxxxxxxxxxxxx, custodiado por xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx posiblemente en alguna xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx en algún programa similar al de xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. Recuerda que entre xxxxxx … en asuntos de Estados somos xxxxxxxxxxxxx.
- A. Ya, no me sorprende…¡¡si te contara!!.. ¿Y la afirmación de Ricart en el Juicio diciendo que Antonio estaba muerto?
- B. … y Mauricio lo corroboró… ¡¡eso estaba en el “guión”!! Además era una manera inteligente de cerrar el paso a tanta especulación entre la opinión pública: ¡¡si lo dice Ricart verdad será!!
- A. ¿Y las sucesivas contradicciones de Ricart: ahora me autoinculpo, ahora me autoexculpo?
- B. ¡¡Tácticas de negación!! Mira… Ricart ha demostrado ser un gran negociador… en la cárcel se tiene mucho tiempo para pensar… durante el juicio algunos temieron que al final, cuando tenía derecho a la última declaración, desbaratara toda la operación… ante esa posibilidad se negoció con él una mejora sustancial de la paga… como así fue.
- A. ¿También estaba en el “guión” la imagen de Antonio que dieron sus hermanos?
- B. …Por supuesto. En la “paga” estaba incluido dar credibilidad a la “maldad intrínseca” de Antonio.
- A. ¿Cómo se garantiza a Neusa que su hijo Antonio sigue vivo?
- B. No conozco los detalles, pero creo que es Kelly la que sirve de enlace. Sería interesante saber dónde ha viajado y con quién ha hablado por teléfono en conferencias a larga distancia en los últimos años?
- A. Bernardo, ¿qué crees que pasaría si Antonio decidiera volver a España?
- B. Esa especulación no me pasa por la cabeza. Pero, además de ser materialmente imposible, lo único que tiene garantizado Antonio es una bala en la cabeza como se le ocurra venir a España… además, con el “estigma” de ser un cruel asesino… ¿dónde podría esconderse?… su vida, en la cárcel o fuera de ella sería un calvario… antes preferiría suicidarse.
- A. ¿Y al contrario, que los de “Arriba” lo traigan cuando se cansen de esta comedia?
- B. Eso es más factible. Aunque más fácil muerto que vivo… ¿sabes?… cuando se captura una pieza de “caza mayor” jamás se muestra viva… sino muerta y a los pies del cazador.
- A. ¿Qué opinas del papel de los medios de comunicación en el caso Alcàsser?… en síntesis.
- B. ¿En síntesis?… ¡¡joder!! pues que están con el poder… hay mucho en juego… la verdad pondría patas arriba el Estado… esto es aún más peligroso que el caso GAL, porque xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx.
- A. A tu juicio, ¿dónde está el flanco más débil de la Operación xxxxxxx?
- B. Sin duda, en lo que decía tu Ra: la pista del dinero… especialmente el dinero que se paga en España -más difícil de ocultar-.
- A. Si te parece hablemos de la “otra” operación: el contraataque a Fernando García y a Juan Ignacio Blanco. ¿Qué sabes?
- B. Je, je… eres un borde… de esas movidas ya os ocupáis xxxxxxxxxxxx. En la G.C. no jugamos a esas mariconadas de ensuciar la reputación de la gente como hicistéis con Pedro J.
- A. Bueno… ejem… es verdad… pero dime, ¿la Dirección actual emprenderá alguna acción legal?
- B. No creo. En realidad están asustados y prefieren que el tiempo borre el recuerdo… pero es un cierre en falso. Tarde o temprano se sabrá los de los pagos a Ricart y a los Anglés… eso acabará jodiendo a la G.C…. ya nos tocó asumir el marrón de no haber detenido a Antonio. eso, lo sé de buena tinta, dolió mucho internamente porque no era verdad. Pero se asumió con obediencia, lealtad y resignación porque era nuestro deber: todo por la Patria, incluso por encima de nuestro honor. No todos los guardias pensamos los mismo, pero esa fue la decisión final en la que por supuesto xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx la idea de que era un sacrificio noble a cambio de la buena imagen del Estado.
- A. Bernardo, imagínate que un partido político pidiera explicaciones sobre las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora por xxxxxxxxxxxxx para averiguar el paradero de Antonio Anglés. ¿Qué pasaría?
- B. Ya sabes que no me gusta especular. Pero puestos a imaginar te diría que tal cosa probablemente no suceda nunca. Hay temas que se sabe de antemano que es de “mala educación” preguntar al gobierno… ¿me explico?
- A. Vamos, que algunos o todos están más o menos enterados del “juego sucio” del caso Alcàsser.
- B. Algunos más que otros. Es natural… además con decir que es un asunto que está en manos de la Justicia… si está sub-judice no se hacen comentarios… y si está sentenciado… tampoco… luego, no hay margen -ni voluntad política- para preguntar por cosas así… ¿está claro?
Página Nº7
- A. ¿Conoces el asunto del Sumario B sobre Antonio Anglés que se está tramitando en Alzira?
- B. Algo sé.
- A. ¿Cuál crees que es la estrategia de los de “Arriba” respecto a este Sumario?
- B. … ¡¡me haces cada pregunta!!… la estrategia más lógica es dejar pasar el tiempo… y pasados los años reglamentarios para casos de desaparición dar por muerto legalmente a Antonio y archivar el caso. Es una estrategia de manual.
- A. ¿También entra en la estrategia evitar que se difunda el libro de Juan Ignacio?
- B. ¡¡Joder, claro!! Estos cojen el manual de contrainteligencia y los aplican a rajatabla.
- A. ¿Aunque tengan que xxxxxxxxxxxxxxxxxx?
- B. ¿Desde cuándo los de “Arriba” se han parado en barras o en sentimentalismos?…
- A¿Crees xxxxxxxxxxxxxxx para que mantenga otro “frente” contra Fernando García?
- B. No lo sé… pero imagino que algo habrá… xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx pero no creo que Rosa Folch sepa de la misa la mitad… xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx… aunque eso no puede durar… algún día Rosa puede ver la verdad y entonces ser mucho más peligrosa que Fernando… ¡¡yo no me podría enfrente de una loba herida!!
- A. ¿Qué podría impedir que los de “Arriba” se saliesen con la suya como siempre?
- B. Je, je… ¿estás de guasa?
- A. No, Bernardo, te hablo en serio. este es un caso que me preocupa honradamente.
- B. ¡¡No irás a presentarte al Tribunal!!… ¡¡Ni se te ocurra!!… Te condenarían por revelación de secretos, te degradarían sin honor e incluso podrían meterte un tiro en la cabeza… recuerda que xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx. Además invalidarían tu testimonio por testificar sin su aprobación. Recuerda que todo el que hace un pulso al Estado… lo pierde…. recuerda xxxxxxxxxxxxxxxxxx.
- A. Gracias por el consejo… pero, sinceramente… ¿no te da mala conciencia ver como toda la potente maquinaria del Estado y de los medios de comunicación afines- que son casi todos- están orientados a machacar a Fernando García y Juan Ignacio Blanco por el único motivo de que quieren conocer la verdad… es decir, la verdad histórica?
- B. Veo que volvemos a la discusión inicial… te diré algo. En espíritu estoy contigo… pero soy demasiado viejo para hacer Quijotadas… sólo te añadiré que ojalá tengan suerte y salgan airosos… y con vida.
- A. Gracias por recordarme que todavía eres una persona sensible a las causas nobles… pero mírame a los ojos y pregúntate: ¿no crees que el hombre pierde su dignidad y su honor desde el mismo momento en que traiciona su impulso natural de luchar por la verdad y la justicia?… Bernardo ¿recuerdas aquél pasaje de la Biblía que dice: “lucha a muerte por la verdad y Dios peleará por ti” (*)? En ese momento Bernardo, coronel de la G.C. en la reserva y hombre de honor fajado en xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx lloró.
Aquí termina nuestra conversación sobre el caso Alcàsser que luego derivó en otros derroteros más personales xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx que no ha lugar a comentar. Y ahora empieza mis particulares reflexiones o conclusiones sobre las consecuencias de éstas revelaciones de Bernardo que aunque inicialmente divergentes con la información de que disponía -nuestra discrepancia está ante la posibilidad de que Antonio Anglés siga vivo y en la identidad de los asesinos- en el resto coincidimos en lo esencial y poco a poco las piezas han ido encajando hasta completar un puzzle coherente en la medida en que nos permite “tirar de la manta” de una prueba material que llega hasta nuestros días: la pista del dinero. Por eso decía al principio que el esclarecimiento del caso Alcàsser empieza a completarse cuando incorporamos “el color del dinero”: dinero para comprar desapariciones pactadas -Antonio Anglés-, dinero para comprar autoiculpaciones y acusaciones -Miguel Ricart-, dinero para comprar testimonios -Neusa, Kelly-, dinero para comprar descubrimientos casuales -Colmeneros-, etc, etc… y quisiera equivocarme -Bernardo no lo confirma- tal vez dinero para xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx.
Y ya no importa el lugar del destino del dinero: sea en España -más fácil- o en Suiza, si se utilizan los instrumentos jurídicos adecuados es posible llegar a conocer el beneficiario del dinero… aunque existan otros que será imposible xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx como en su día hicieron con el juez Bueren… xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx y desde ahí presionar a los beneficiarios -Nesusa, Kelly, Ricart…- para conocer toda la verdad que están ocultando… hasta llegar al paradero del supuesto “muerto” Antonio Anglés… y de ahí sentar en el banquillo a los “diseñadores” de aquella operación: Corcuera, Vera, Roldán… y ¿por qué no?… a los que consienten, aprueban y permiten los pagos hoy en día: xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx gente del entorno del Opus Dei que ha perdido la honorabilidad y dignidad que se les podría suponer por su devoción religiosa… la propia Dirección de la G.C. y, también, ¿por qué no?… la cúpula de xxxxxxxxx empezando xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx.
En 1997, durante el juicio oral en la Audiencia de Valencia, el Tribunal se mostró generoso en algunas pruebas testificales, aunque no siempre en otras periciales. Ahora es el momento de la verdad. ¿Estará dispuesto el Juzgado de Alzira, por ejemplo, de admitir una xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx del origen del patrimonio de la familia Anglés hasta sus últimas consecuencias: de quién cobran, en concepto de qué y por qué xxxxxxxx encubre un flagrante delito xxxxxxxx. No se me escapa que la gravedad y el calado de estas acusaciones puede causar un verdadero seísmo en la opinión pública. Tienen mi compromiso de que ustedes tendrán la primera palabra para administrar esta información. Por mi parte, si llegado el momento oportuno ustedes se inhiben en utilizar esta información, me reservo realizar algunas acciones para que más pronto que tarde la opinión pública -y algún conocido xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx conozca la verdad. Aunque la lucha es muy desigual -en última instancia se trata de un pulso al Estado… David contra Goliat- sepa que la verdad y la justicia con mayúsculas están de su parte. Amigos, un abrazo a los dos y hasta siempre.
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