La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó
que hay mil millones de adultos con sobrepeso y podrían superar los
1.500 millones en el año 2015. Esas personas están en riesgo de sufrir
enfermedades metabólicas y cardiovasculares, lo cual desemboca en altos
costos personales, sociales y de salud pública.
Sin embargo, la sociedad tiende a restarle importancia y enmascara la gravedad con mitos que expertos como Raúl Morín, presidente de la Academia Mexicana para el Estudio de la Obesidad, y Patricia Restrepo, médica nutricionista, analizaron en un artículo del diario El Tiempo para que las personas tengan una vida más sana.
2. La cirugía bariátrica es la solución definitiva para bajar de peso. Raúl Morín señala que esta cirugía forma parte de las opciones del tratamiento, pero dista mucho de ser la solución. Tiene indicaciones precisas para pacientes con obesidad mórbida y es la última opción que se debe usar, cuando los fármacos y un cambio de dieta y estilo de vida no han funcionado.
3. "Estoy pasado de kilos, pero una semana a pan y agua los desaparecen". Un paciente obeso debe perder kilos comiendo de manera adecuada, no sometiéndose a dietas restrictivas, peligrosas para la salud. “Si le tomó tiempo subir, le va tomar tiempo bajar. Esa es la realidad. Hay que cambiar el estilo de vida. La obesidad es una enfermedad crónica que es controlable, pero hay riesgos de producir piedras en la vesícula o trastornos cardíacos, por tratar de bajar rápido de peso”, explicó Morín.
4. Ahora venden pastillas milagrosas para bajar de peso. Patricia Restrepo dice: “No existe ningún mecanismo que, sin cambios en el estilo de vida, resulte útil para perder peso. Yo me puedo tomar una pastilla, pero si como mucho no va a servir para nada. Las pastillas para controlar la obesidad bloquean el apetito y pueden tener otros efectos secundarios, la mayoría negativos, en el organismo”.
6. Todos los gordos están enfermos. Es otra falsa creencia. Hay distintos grados de gordura que se miden según la cantidad de grasa que se tenga en el cuerpo. Cuanto mayor sea, mayor es el riesgo. “Una persona que pesa 150 kilos, pero son de músculo, puede no tener complicaciones metabólicas, mientras que otra puede tener bajo peso pero está llena de grasa en la zona intraabdominal, que es de las más dañinas”, explica Patricia Restrepo.
Morín asegura que “la obesidad es el principal factor de riesgo para desarrollar diabetes mellitus, porque va acompañada de un proceso inflamatorio que impide que el receptor de la insulina trabaje adecuadamante”.
“El exceso de grasa produce colesterol malo, que oxidado es el inicio de la aterosclerosis. Cuando se complica puede causar infartos, elevación de la presión arterial, coagulación dentro de los vasos o procesos embólicos”, agregó el experto mexicano.
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