- Si publicas en tu estado con una cuenta regresiva para tus vacaciones. Lo entendemos, estás emocionado pero escuchado diariamente es demasiado.
- Si subes múltiples fotografías cada vez que sales de casa. ¿De qué otra forma sabrían tus amigos que sí tienes vida social?
- Si actualizas tu estado en "tiempo real" durante un partido. Evítalo, puedes aburrir con tus posts.
- Si publicas álbumes enteros de fotos besándote con tu pareja. No es necesario explicar por qué nadie quiere verlo en Facebook.
- Si llevas tus problemas a la comunidad. Estados como "Déjenme solo, no me hablen ¡Los odio a todos!" hacen que se pregunten por qué estás en una red social.
- Si publicas demasiada información. Nadie está interesado en el sarpullido de tu bebé o que vomitaste toda la noche. Algunas cosas es mejor guardarlas para ti mismo.
- Si cazas halagos de los demás. Frases como "¡Qué mal me veo!" esperando que te digan lo lind@ que eres no caen bien a tus amigos.
- Si actualizas sobre tu agenda diaria… y nunca cambia. Ok, vas al gym pero no hay necesidad de publicarlo todos los días.
- Si subes una foto cada vez que cambias de look o te cortas el pelo. Es preferible que te vean en persona ¿no lo crees?
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